Muchos de nosotros pasamos un buen rato dentro de nuestras cabezas, consciente o inconscientemente, preocupándonos por lo que puede pasar en el futuro, recordando sucesos que ya pasaron y encofándonos en aquellas partes de nuestras vidas con las que no nos sentimos a gusto.
Los pensamientos rumiadores, negativos o indeseados además de hacer que dejes de disfrutar experiencias y momentos importantes, te distraen del ahora, te quitan tu energía y además aumentan el estrés y la ansiedad.
La buena noticia es que con la práctica puedes lograr remplazar los patrones de pensamientos negativos con pensamientos que sean realmente saludables, y esto, por supuesto, marcará una diferencia importante en tu día a día y en tu bienestar emocional.
Estas son siete formas de manejar y reducir tus pensamientos negativos:
1. Reconoce cuándo estás teniendo pensamientos negativos: nuestras mentes tienen formas astutas y persistentes de hacernos creer que algo es real aunque en verdad no lo sea. Si puedes lograr a reconocer estos momentos, puedes también aprender a enfrentarlos.
2. Enfrenta tus pensamientos: una vez estés consciente de que estás teniendo una distorsión del pensamiento mantén la calma y evalúa si son ciertos. Piensa cómo le responderías a un amigo que se hable a sí mismo de forma negativa. Aplica esta misma lógica contigo. Pregúntate si estás asumiendo lo peor o si te estás culpando por algo que no pudiste controlar, y después, piensa en otros posibles resultados diferentes o razones por las que las cosas no salieron como esperabas.
3. Hazle una pausa a tus pensamientos negativos: es posible aprender a parar dichos pensamientos y una forma es permitiéndote vivir ese pensamiento durante no más de 5 minutos. Estar consciente de que estás teniendo un pensamiento negativo te permitirá pararlo y continuar con lo que estabas haciendo.
4. Suelta la carga y deja de juzgarte: por lo general de forma inconsciente, nosotros mismos terminamos siendo nuestros peores críticos. Constantemente nos comparamos con los demás y esto alimenta la insatisfacción. Cuando logras dejar de hacerlo (no es fácil pero sí es posible), poco a poco te irás sintiendo más tranquilo y menos ansioso. Otra forma de practicar este 4to paso es con la crítica positiva. Cuando te des cuenta de que estás criticando negativamente a otra persona o a ti mismo, o alguna situación, búscale el lado positivo también.
5. Practica la gratitud: investigaciones científicas han demostrado que el agradecimiento tiene un gran impacto positivo en los niveles de felicidad de tu vida. Aun cuando estés pasando por un momento difícil, siempre podrás encontrar razones por las que estar agradecido, por más pequeñas que estas sean. Mantén una actitud agradecida, escribe al final del día algo bueno de tu día.
6. Enfócate en tus fortalezas: es algo natural del ser humano preocuparse demasiado por las cosas negativas y pasar por alto las positivas. Mientras más practiques enfocarte en tus fortalezas y no en tus debilidades o en los errores que hayas cometido, será mucho más fácil sentirte mejor contigo mismo. Si te encuentras teniendo pensamientos duros sobre ti, sobre tu personalidad o sobre lo que has hecho, toma un momento para pararlos y pensar en algo que te guste de ti.
7. Busca apoyo de un profesional: cuando este tipo de pensamientos comienzan a interferir considerablemente con tu calidad de vida y no logras pararlos por ti mismo, considera la psicoterapia como una forma de mejorar tu bienestar psicológico, físico, reducir el sufrimiento y lograr el crecimiento personal.
Pasas la mayor parte de tu tiempo en tu cabeza, haz de ella un lugar feliz.
Fuente: Doctora María Alexandra Mata.
IG: @psiquienlace.
By Alexandra Velásquez
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